Reflexoterapia Podal


La práctica de un buen masaje reflexoterapéutico hace que nuestros pies comiencen a “despertar” de su letargo y de una manera sencilla. En un ambiente grato, cómodo, tranquilo, libre de interrupciones o distracciones, con una música suave, una luz tenue acomodamos al paciente en la camilla. Los aceites esenciales que se suelen emplear como la lavanda, el romero, la melisa entre otros, tiene que ver mucho con el tipo de dolencia que padezca o la situación emocional en la que se encuentre el paciente, la aromaterapia tiene una importante acción sobre nuestros receptores olfativos. Por lo que, un aroma agradable para nuestros sentidos, propicia una mejor disposición de nuestro sistema nervioso a la percepción de estímulos.


Todo ello proporciona, que el cuerpo vaya eliminando todas las sustancias que han sido movilizadas con el mismo o bien reciclarlas para utilizarlas de nuevo. Para ello necesita un tiempo de descanso y acomodación a la nueva situación, que puede ser más o menos largo, dependiendo de cómo se encuentre el organismo. Generalmente, este proceso comienza con el masaje, teniendo lugar en las horas posteriores a él, la mayor parte de las reacciones serán sobre todo en las 24 horas primeras. En los casos crónicos o graves las personas pueden necesitar 48 o hasta 72 horas para procesar la información recibida por la aplicación del masaje, así como para la eliminación o reciclaje de sustancias movilizadas por el mismo. 

El masaje reflejo está indicado, en principio a toda clase de alteraciones físicas, psíquicas, motoras o sensitivas. Incluso no habiendo ningún problema, es conveniente recibir masaje de forma preventiva, para ayudarnos a superar las necesidades estresantes de la vida moderna. 

Son tan sorprendentes los efectos beneficiosos que esta terapia nos brinda, que sería imposible citarlos todos. Pero os expondré algunos más importantes y básicos de salud que la reflexoterapia podal nos proporciona, como son:


 -Induce a un profundo estado de relajación y bienestar.


-Estimula la energía vital. Libera los bloqueos existentes y la hace circular de forma armónica y equilibrada.


-Mejora la circulación sanguínea y linfática, a nivel local y general. Evitando que existan estancamientos de sustancias o residuos de desecho en los tejidos.


-Equilibra las transmisiones nerviosas. Produciéndose un perfecto ajuste del sistema de retroalimentación e interconexión entre todas las partes de nuestro organismo. Contribuyendo a mantener el medio interno en perfectas condiciones: “Homeostasis”.


-Depura y limpia el organismo de sustancias tóxicas como catabolitos, calcificaciones, ácido láctico, uratos y materiales de desecho procedentes de la respiración y nutrición celular.


-Favorece la respiración y la nutrición celular. Aprovechando las sustancias que puede haber retenidas en los tejidos y que, al ser liberadas, se reutilizarán como materia prima para favorecer la síntesis de otras sustancias vitales.


-Reduce el estrés, tensión y ansiedad.


-Normaliza las funciones orgánicas, glandulares y hormonales.


-Estimula las defensas del organismo. Provoca una mayor actividad del sistema inmunodefensivo.


-Alivia el dolor.



Una sesión terapéutica suele durar entre una hora y cuarto u hora y media aproximadamente. Esto hace que podamos trabajar y equilibrar el organismo, recorriendo todos y cada uno de los puntos reflejos, insistiendo en aquellos que sintamos alterados.


Siempre se comienza tratando primero el pie izquierdo, para así asegurar una mayor efectividad del masaje. Este pie están grabados todos los sucesos que han ocurrido en nuestra vida, lo más intimo de la persona. Representa el pasado, lo emocional, lo psicológico, lo inconsciente, lo oculto. Energéticamente está relacionado con el polo magnético por lo que es el más receptivo. Además en este pie está reflejado el órgano motor de la circulación: el corazón y el órgano relacionado con el sistema inmunológico como es el bazo.


Y a continuación trabajamos el pie derecho, en el cual también están grabados todos los sucesos acaecidos en nuestra vida pero en un sentido más físico. Este implica el presente, nos habla de lo que ocurre en el momento actual. Está relacionado con la transmisión eléctrica de los impulsos nerviosos, asegurando que todo lo que hemos grabado durante el masaje llega a su destino. En él está representado nuestro hemisferio izquierdo, analítico y racional (igual que en el pie izquierdo lo está el hemisferio derecho), por tanto nuestra capacidad mental para deshacernos de hábitos o esquemas negativos.


Debemos tener en cuenta que antes de recibir un masaje, lavarnos los pies 2 horas antes a éste, ya que si lo hacemos muy cerca a la hora cuando lo vayamos a recibir, podemos interferir y alterar los puntos reflejos, de igual forma si usamos agua caliente, produciendo un efecto vasodilatador o fría, alterándolo igualmente a través del efecto vasoconstrictor.


Es muy recomendable, al terminar el masaje, dejar que los aceites esenciales que hemos usado actúen el mayor tiempo posible y esperar al menos entre 6 u 8 horas o incluso dejar para el día siguiente el volver a lavarnos los pies.


Todos podemos disfrutar de esta milenaria técnica y así ser más conscientes de que nuestros pies no solo nos sirven para caminar sino que también nos pueden avisar de inminentes enfermedades que aún no han somatizado en nuestro cuerpo y de una forma no dolorosa poder mitigar e incluso sanar dichas dolencias.


Para poder concertar una cita tlf: 667 07 97 67

Inma Gálvez

Reflexoterapeuta Podal